Judas, pues, tomando una compañía de soldados y guardias de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas. Pero Jesús, sabiendo todo lo que le iba a suceder, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús de Nazaret. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. Y cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron y cayeron a tierra. Volvió, pues, a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús de Nazaret. Jesús respondió: Os he dicho que yo soy. Pues si a mí me buscáis, dejad ir a éstos. (Juan, cap. 18, 3-8).