A las once de la mañana de ayer domingo, los salones de la Santa Casa bullían con el trajín propio de los días de feria. Nuestros mayores con su clavel y algunas de ellas con vistosos mantones esperando expectantes que comenzara la fiesta, muchas hermanas cofrades ataviadas con el traje de faralaes ponían la nota de colorido a la mañana, los niños eran un contrapunto inquieto al sosiego de padres y abuelos, y los componentes del grupo Nostalgia de Dos Torres que pusieron la guinda con su amplio repertorio magníficamente escogido para la ocasión y que sirvió no sólo para que bailáramos sino también para que nuestros ancianos se trasladaran a su juventud y tararearan las canciones de su época.
Pudimos ver a muchos de ellos y ellas bailando con hermanos, voluntarias del Grupo de Lectura o componentes de la Junta de Gobierno. Incluso alguna Hermana Hospitalaria se atrevió a bailar un pasodoble con uno de los Costaleros que estuvieron por allí. Y lo que más nos gustó, sin duda, fueron las sonsrisas de esas personas que pasan sus últimos años en la Casa de Jesús Nazareno a los que, como Hermanos de Jesús que somos, debemos acompañar siempre que podamos.
Al término de la fiesta nuestros mayores degustaron unos aperitivos preparados por nuestra Hermandad y los demás acabamos con la tradicional aparcería en la recientemente pulimentada Casa de Hermandad. Desde aquí expresamos nuestro agradecimiento a todos los que habéis colaborado en su preparación y muy especialmente al grupo Nostalgia a cuyos componentes se les impuso el nuevo pin con el escudo de la Hermandad.