JHS Nazareno 2014

Llegó el día. Llegó nuestro día. El cielo limpio del amanecer saluda a un nuevo Martes Santo y nos predispone  a vivir con júbilo una jornada que culminaremos, ya de madrugada, cuando Jesús Nazareno haya vuelto a la Santa Casa que lo acoge y que acoge a nuestros mayores desde hace más de cuatro siglos. Sonidos, aromas, sensaciones que se repetirán una vez más pero que serán irrepetibles para siempre porque cada Martes Santo es único, es distinto, es especial. Hoy lo volveremos a vivir así: con devoción, con pasión, con fe en este Jesús Nazareno que carga con nuestra cruz para aliviarnos el camino y que nos enseña que para llegar a Él es preciso cargar con la cruz de los que necesitan nuestra mano.

Hoy, largas filas de nazarenos morados lo acompañaran por las calles de Pozoblanco reviviendo y renovando la ancestral devoción que le profesamos y que nos legaron nuestros antepasados. Hoy, si Dios quiere, nos quitaremos las espinas de los tres últimos años sin poder hacer con normalidad nuestra Estación de Penitencia y le daremos las gracias por ello, como se las damos todos los días por tantas y tantas cosas. Hoy, en la intimidad de la capilla, con Jesús Nazareno en el centro, volveremos a rezar con nuestros mayores, nos emocionaremos con sus palabras, nos reflejaremos en sus miradas vidriosas; con ellos nos acercaremos un poco más al cielo de sus sentimientos sinceros, de su devoción arraigada en corazones llenos de agradecimiento; ellos nos enseñarán que podemos alabar a Dios desde la sencillez y la cercanía.

A las 20’45 horas, Nuestra Señora de los Dolores nos conmoverá con la tristeza reflejada en su pálida cara por el trágico destino que le espera a su Hijo. Pero no irá sola, la acompañarán sus Hermanas Servitas mitigándole su dolor, arropando con su amor y su devoción a esa Madre que sigue en pos del Hijo que camina inexorable a una muerte cruel e ignominiosa.      

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En la noche de ayer, Jesús del Silencio y María Santísima de la Salud fueron protagonistas de una noche espléndida que permitió a su cofradía disfrutar de una Estación de Penitencia magnífica.