En la noche de ayer la cuadrilla de Hermanos Costaleros realizaba el primer ensayo de esta «temporada» a fin de prepararse convenientemente para el próximo Martes Santo. Magnífico ambiente y excelente trabajo el que realizaron estos hermanos en una noche gélida fuera del «paso» pero cálida con el calor de la devoción y la amistad bajo las trabajaderas. No cabe duda que aquí reside la fuerza de esta veterana cuadrilla, a la que se siguen incorporando nuevos hermanos, que hará este año su vigésimotercer recorrido llevando a Jesús Nazareno sobre sus hombros.
¡Qué satisfacción tan grande comprobar que, después de tantos años, se sigue renovando la devoción a Jesús debajo de la trabajadera, la amistad y consuelo entre la diversidad de hermanos costaleros y la renovación continua de jóvenes que se incorporan! Enhorabuena a todos y que Jesús nos siga bendiciendo.