JESÚS NAZARENO NOS PRESIDÍA EN SU CAMARÍN.

María Isabel Macarro Vera«enamorada de la Palabra de Dios»,  religiosa de la Congregación de las Esclavas Concepcionistas del Divino Corazón, fundada en 1885 por el Beato Marcelo Spínola y Celia Méndez, pronuncia en la Capilla del Santo Hospital, en el Viernes de Jesús Nazareno, una conferencia cuyo título sorprendió al elegido auditorio que hizo acto de presencia en la tarde del día 28 de junio.  

En el Presbiterio, sobre  la consagrada mesa, las Hermanas Hospitalarias habían colocado una preciosa talla de la Virgen Inmaculada, la madre de Jesús. En el ambón, Juan Moreno, viejo amigo de María Isabel, hizo de maestro de ceremonias y justificó la presencia en los Viernes de Jesús de la Hermana María Isabel Macarro: propuesta a la Hermandad en el ejercicio de su cargo de «servir» a Jesús Nazareno para compartir sus reflexiones espirituales en el seno de la misma, y, desde este momento, compartir, afortunadamente, su amistad también.

Palabras clave: «María Sin Pecado». «María, madre de Jesús, consciente de su historia comunitaria; y trascendentalmente abierta a la llamada de Dios, que la curtió llevándola por sus caminos, la maduró por sendas inesperadas…»  Y…  es  «consuelo, esperanza, confianza…»

La tarde del Viernes de Jesús declinaba mientras María Isabel Macarro Vera desgranaba ante nuestros ojos su meditada perspectiva de la belleza espiritual de la «Sin Pecado», de María, la madre del Nazareno, que nos traspasaba la piel, dejando entre nosotros la huella indeleble de su personalidad sencilla, hecha arte. Deseamos que éste sólo sea el primero de sucesivos encuentros. Gracias, Juan, por propiciarlo. Gracias, Hermana María Isabel. Hasta pronto.

Conferencia Hna. Isabel Macarro