Hace poco más de una hora, recibíamos la dolorosa noticia del fallecimiento de nuestro Hermano Mayor, Miguel García de Consuegra Ranchal. Justo hace quince días, estaba con nosotros compartiendo el «Viernes de Jesús»; hoy, Jesús Nazareno, al que tanta devoción tenía y del que con tanta ilusión quiso ser su Hermano Mayor, ha querido llevárselo a su lado. No se nos ocurre mejor sitio en el que pueda estar: junto a ÉL.

Nos duele de una forma que no somos capaces de expresar. No alcanzamos a entender lo que ha sucedido. No nos explicamos que a sus treinta y pocos años, y en cinco días, nos haya dejado. Pero, Señor, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.

Lo conocíamos hace tiempo, como a su familia, y era una excelente persona, entusiasta, trabajador, lleno de ilusiones y proyectos. Hace apenas un año se casaba con Juani delante de Nuestro Padre Jesús Nazareno y, juntos, formaron una nueva familia. Una de sus primeras decisiones fue solicitar ser Hermano Mayor de nuestra Hermandad y Jesús quiso que fuera el elegido. El confinamiento impidió que disfrutara de los días más importantes de su cargo y, ahora, su prematuro fallecimiento, lo separa definitivamente de nosotros y de esa alegría y gratitud que siempre manifestaba porque lo hubiera escogido como su Hermano Mayor.

Estamos seguros que Jesús Nazareno lo tiene ya a su lado y que va a disfrutar de serlo junto a ÉL y para toda la eternidad. Sólo nos queda pedir que el Divino Nazareno dé consuelo a toda su familia, en especial a su esposa, a su madre y a su hermana, y que, apoyados en la fuerza de la fe, puedan sobreponerse a la inmensa pena de perderlo sabiendo que Miguel está al lado de Jesús y que, desde allí, vela por ellos. Descanse en paz.

 Último acto de la Hermandad al que asistió nuestro Hermano Mayor el pasado 26 de junio