Acabamos de recibir la triste noticia del repentino fallecimiento de NH Dolores Fernández García, Lola, nuestra queridísima Lola. Jesús Nazareno ha querido llevársela a su lado en este día en el que el cielo parece querer llorar su pérdida.
Nos faltaría tiempo y espacio para contar todo lo que ha hecho por nuestra Hermandad, siempre guiada por una sólida fe y devoción a Nuestro Padre Jesús Nazareno y por un inquebrantable espíritu de servicio y entrega a los demás. Como tampoco lo tendremos para enumerar sus virtudes entre las que, sin duda, la de llevar alegría allí donde estaba sobresalía entre todas.
Reconocida en todo el ámbito cofrade de Pozoblanco, fue una de las primeras mujeres en entrar en la Junta de Gobierno de cualquiera de las cofradías de nuestro pueblo. En la de nuestra Hermandad ha permanecido, durante más de treinta años, hasta la actual surgida de las elecciones del año pasado, como vocal y ayudante en el equipo de camarería de la Sagrada Imagen. Sabía con increíble exactitud dónde se guardaba cualquier utensilio y tenía ese arte especial de saber vender. Y, ¡qué bien vendía todo lo que se refería a su Jesús Nazareno!
Repartía cariño por donde pasaba y ahora se lo lleva a toneladas como fruto de esa siembra de amor que ha hecho a lo largo de su vida. No tenía hijos pero todos los que somos más jóvenes que ella podíamos ser sus hijos por ese cariño que nos daba o, cuando hacía falta, por ese consejo lleno de sabiduría que nos regalaba.
¡Cuánto quería a los Hermanos Costaleros, cuántos buenos ratos han pasado y hemos pasado con ella, cuánto la vamos a echar de menos! Vaya para toda su familia, muy en especial para su hermana Pili, nuestro abrazo y nuestro ánimo con la seguridad de que ya descansa en paz junto a Jesús Nazareno, justa recompensa a todo el bien que ha hecho.
NH Lola con el reconocimiento de la Hermandad entregado en el último Cabildo General, en el centro junto a Rafi Garrido, izquierda, y Mari Carmen Fernández, derecha.