Fin a la espera de un año.
El pasado domingo, día 21, María José Martín Amor pudo, por fin, pronunciar su pregón de la Semana Santa de Pozoblanco. Como todos saben, el confinamiento decretado el año pasado para combatir la pandemia impidió que lo pudiera hacer cuando le correspondía. Un año después, todavía con ciertas medidas preventivas, en el teatro El Silo, puso voz a sus sentimientos y nos trasladó sus vivencias y sus creencias acerca de lo que celebramos los cristianos durante la Semana Santa.
En su pregón hizo un repaso a las señas de identidad y a los valores que atesoran nuestras cofradías y los distintos grupos que las forman. Destacó el papel históricamente crucial de la mujer en la Semana Santa pozoalbense plasmado, de forma especial, en la presencia de las nazarenas en los cortejos procesionales, hecho que le da a nuestra Semana Mayor una singularidad que la hace diferente.
Hizo hincapié en recordar que las cofradías formamos parte de la Iglesia y, por tanto, debemos hacer Iglesia, a la vez que señalaba que el pertenecer a una cofradía nos permite vivir nuestra fe en grupo, transmitiéndola a quienes nos rodean. No faltó una reflexión sobre esa cuestión que tanto nos pasa de quedarnos en lo externo y abogaba por profundizar en los valores cristianos que se supone tenemos los que las formamos. También defendió el papel que la juventud debe asumir en nuestras hermandades sin olvidar la convivencia que tendría que haber con los cofrades mayores.
El sueño de la Pregonera.
Por último, en otro año sin procesiones, con las Casas de Hermandad cerradas, sin ensayos, soñó con volver a ver los pasos en la calle, con oír la música en la noche, con las tertulias, pero también, y entre otras cosas, con ver a las cofradías unidas, con que se respeten nuestras creencias y no tengamos que defendernos por ellas o con la resurrección de todos nosotros.
Inmaculada López Castilla, secretaria de la Agrupación de Cofradías presentó este acto que da el pistoletazo de salida a las celebraciones de la Semana Santa que, este año, serán en el interior de nuestros templos. Intervinieron también el presidente de la propia Agrupación, Juan Fernández Fernández, y el alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello Muñoz. Carmen García Jurado presentó a la Pregonera que recibió de manos de su antecesora, África García Cebrián, la medalla que acredita su cargo. Finalmente, entre aplausos del público asistente, el presidente de la Agrupación le entregaba a María José un recuerdo de este día que, sin duda, quedará imborrable en su memoria. Le dejamos aquí algunas fotos de este evento.