La Virgen de Luna ha vuelto a su santuario. Unos minutos después de las seis de la mañana salía de Santa Catalina portada a hombros por sus hermanos y acompañada por algunos devotos que no quisieron perderse este momento. Por el recorrido habitual, aunque sin la tradicional parada en la Capilla de Jesús, la Virgen llegó a casa del Capitán donde se le pusieron unos plásticos para protegerla de la fina lluvia que quiso acompañarla durante todo el camino hasta una vez depositada en el santuario.

La tradicional Salve en la Cruz de los Lagartos fue la despedida oficial de la comitiva que devolvió a la Patrona de Pozoblanco a su ermita y, aunque no había romería, fueron muchos los pozoalbenses que la acompañaron por el camino y los que se trasladaron a lo largo de la mañana y primeras horas de la tarde hasta Navaredonda para despedirse de ella. Mañana, lunes de Pentecostés, la Virgen de Luna será llevada a Villanueva de Córdoba donde pasará los próximos cuatro meses comenzando la cuenta atrás para que vuelva de nuevo a Pozoblanco, esperemos que ya en condiciones normales. A Ella le pedimos que así sea.