Visita a Jesús Nazareno antes de iniciar el camino.

La tradición volvió a cumplirse y, un año más, la Virgen de Luna regresó a su santuario en un Domingo de Pentecostés que recuperó la normalidad de los años anteriores a la pandemia. Poco antes de las 7 de la mañana, la Virgen salía de Santa Catalina para emprender un camino de vuelta que tuvo su primera parada en la Capilla de Jesús Nazareno para despedirse de su Hijo y de los ancianos del Santo Hospital.

Allí la esperábamos una representación de nuestra Hermandad con la bandera así como de la Cofradía de Soldados Romanos. La Hna. Ana Torralbo, Superiora de la Comunidad, dirigía una oración implorando su protección a la Madre y Patrona y una de las residentes le ofrecía a la Virgen un ramo de flores. Desde allí salía a hombros de sus devotos para recorrer los catorce kilómetros que hay a su ermita donde pasará la noche hasta que el Lunes de Pentecostés la trasladen a Villanueva de Córdoba. Aquí nos quedamos un poco huérfanos esperando ansiosos que vuelva a llegar febrero y nos traiga el regreso de nuestra Madre.