Un año más, se cumplió la tradición centenaria y la Virgen de Luna llegó a Pozoblanco. En un magnífico día de romería, alterado sólo levemente por unas gotas de lluvia en un momento del camino que obligaron a ponerle unos plásticos a las andas de nuestra Patrona, hermanos y devotos acompañamos a la Virgen desde su Santuario de La Jara hasta Pozoblanco entre oraciones y sentimientos revividos que son parte indeleble de la identidad pozoalbense. Sonidos, olores y vivencias que habitan por siempre en nuestros corazones y que se renuevan cada año el día que, en olor de multitud, nuestra Madre de Luna llega a su casa de Pozoblanco.

El lunes, fiesta local, la Virgen vuelve a enseñorearse de las calles de nuestro pueblo y, a su paso por la sede de la Hermandad, la Junta de Gobierno, la Hermana Mayor y algunos Hermanos de Jesús la recibimos alborozados y le entregamos como muestra de devoción un ramo de lirios morados, las mismas flores que lleva Jesús Nazareno el Martes Santo, uniendo así, simbólicamente, las dos devociones más arraigadas entre los pozoalbenses.

Hasta el Domingo de Pentecostés gozaremos de la presencia de la Virgen de Luna entre nosotros y tendremos numerosas oportunidades de acercarnos a Ella en la parroquia, bien en la novena, en el Rosario de la mañana o en cualquier momento del día que pasemos junto a su iglesia sabedores de que Ella, nuestra Madre, siempre cuida de nosotros.

Les dejamos aquí un amplio reportaje fotográfico de este domingo y lunes de fiesta grande y de alegría para nuestro pueblo.

VIRGEN DE LUNA FEBRERO 2017