La Virgen de la Amargura y el Perdón del Cristo Salesiano no pudieron recorrer las calles de Pozoblanco pues la lluvia caía con ganas a la hora de la salida. La guapa Virgen de Illanes y el Santísimo Cristo del Perdón -qué nombre más bien puesto- se tuvieron que quedar en su casa donde diferentes hermanos le rindieron escolta mientras eran admirados por numerosas personas que se acercaron a visitarlos en la iglesia salesiana. Nuestra presidenta y prácticamente todos los presidentes y hermanos mayores de las demás cofradías acudieron a solidarizarse y a dar ánimos a la corporación salesiana en esos difíciles momentos.