In memoriam.

Una vez más. Otra vez la vida nos pone a prueba y nos arrebata a un amigo, a un hermano, a un COSTALERO, a un CABALLERO, a Juan Antonio Caballero.

Esta mañana, Jesús Nazareno ha querido llevárselo a su lado porque siempre quiere junto a Él a los buenos, y Juan Antonio era uno de los buenos, sin duda. Costalero de fe, de devoción, de entrega, siempre aportando, siempre generoso, siempre atento a los más jóvenes que iban llegando a su lado para ayudarles, para enseñarles, para imbuirles el espíritu de una cuadrilla única como único era él.

Esta mañana, Jesús Nazareno se ha llevado un pedazo importante de la historia de nuestra cuadrilla, de la familia costalera de nuestra Hermandad. Estamos seguros que lo ha hecho para que reparemos en su ejemplo y nos sirva como estímulo para seguir siendo cada vez mejores costaleros y mejores personas, como él lo era.

Desde aquí queremos darle a su madre, orgullosa siempre de que su hijo fuera Costalero de Jesús, a su hermano y a toda su familia nuestro ánimo en estos duros momentos y, sobre todo, decirles que el Nazareno les dará la fortaleza necesaria para superarlos y que ha sido un orgullo tenerlo cerca y haber sido su amigo. Descansa en paz, Juan Antonio, Caballero Costalero.