A pesar de los diferentes estudios que escultores y restauradores tan renombrados como los hermanos Cruz Solís, los profesores Francisco Arquillo, Sebastián Santos o el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico han hecho sobre la Imagen de Jesús con motivo de la última restauración a la que se sometió en 2001, no se ha podido descubrir su autor aunque todos ellos han coincidido en datarla en el primer cuarto del siglo XVII, fecha que coincide con la de la fundación de la Cofradía.

Se trata de una imagen de talla completa realizada en pino de tea si bien sólo están perfectamente talladas las partes visibles, es decir, rostro, manos y pies. Su postura es itinerante con el pie izquierdo adelantado y su estatura representa, es de suponer, la talla media del hombre de la época en que fue esculpida. Los brazos son articulados en el hombro, codo y muñeca

En los últimos años ha sido sometida a dos restauraciones: una en 1982 a cargo del escultor bujalanceño Martínez Cerrillo y la otra, y más importante, entre finales de 2000 y principios de 2001 en los talleres madrileños de D. Joaquín Cruz Solís quien, dado el pésimo estado en que se encontraba, hubo de realizar un minucioso trabajo de saneo, retallado y policromado de la Imagen, esto último respetando el original que aún se conservaba en algunas partes.

Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús constituye el elemento más valioso del patrimonio artístico y cultural de Pozoblanco a la vez que es, junto a la Patrona de nuestra ciudad, la Virgen de Luna, la que más contenido espiritual y más fuerza devocional transmite, como lo demuestra el incesante ir y venir de devotos que diariamente acuden a su Capilla para orar ante ella.