Reencuentro y caras nuevas.

La jornada del sábado fue, sin duda, para la cuadrilla de los Hermanos Costaleros, una de esas que quedan en el recuerdo. La razón era la igualá pero lo que vivió el corazón de los que estuvimos allí seguro que mandó sobre este aspecto técnico. Eso no quiere decir que la igualá no se hiciera con la seriedad y el rigor que requiere una acción que va a marcar el buen hacer de los costaleros en los ensayos y en la procesión.

Lo cierto es que desde el momento en el que fueron llegando los primeros miembros de la cuadrilla las sonrisas, los abrazos y la alegría por el reencuentro llenaban la Casa de Hermandad. Esos sentimientos se hicieron mayores cuando un nutrido grupo de jóvenes hermanos llegaban para incorporarse a esta gran familia, alguno de ellos con su padre aún en activo bajo las trabajaderas. Y no faltó tampoco alguno más veterano que ha dado el paso para ser costalero de Jesús.

Oración ante Jesús Nazareno.

A las dos de la tarde entraban en la Capilla acompañados del Hermano Mayor, de gran parte de la nueva Junta de Gobierno y de algunas madres, esposas o novias. Las vocales de cultos, Mari Carmen y Rita, habían preparado una oración y el capataz, Francisco Ramírez, se dirigió a todos los presentes dándoles las gracias y la bienvenida, presentó a las nuevas incorporaciones, anunció el que será nuevo representante de los Hermanos Costaleros ante la Junta de Gobierno, Raúl Sanz Pereda, y recordó que, este año, volverá a ponerse en marcha la campaña del Costalero Solidario por la que se recogerán alimentos no perecederos y productos de higiene y limpieza para ayudar a los más necesitados.

Luego, dio paso al presidente, Rafael Moisés Sánchez, quien se dirigió a todos dándoles las gracias por su compromiso, animándolos en el  trabajo y pidiendo honradez y solidaridad para quien llevan al lado. Finalmente, y antes de rezar un Padrenuestro por todos los que nos han precedido, NH Trini Fernández recitó la poesía que el recordado sacerdote D. Manuel Moreno Arias dedicó a los costaleros de Jesús Nazareno en 1991.

Después de hacerse la correspondiente foto de familia para el recuerdo de este día, volvimos a la Casa de Hermandad para compartir las viandas aportadas por cada uno, intercambiar vivencias y sentimientos e ir inculcando en los jóvenes la idiosincrasia y formas de hacer tanto en la Hermandad como en la cuadrilla. Aquí les dejamos un amplio reportaje fotográfico de esta jornada que dio el pistoletazo de salida al que ya es el año treinta y cinco de esta gran familia que no para de crecer.