Viernes Santo, segundo día del triduo pascual, víspera de la gloriosa resurrección del Señor. Prendimiento, Santo Entierro y Soledad conforman el día más largo de nuestra Semana Santa.

Sones de tristeza

rompen la madrugada.

Sones de tristeza

resuenan por la plaza

cuando pasa Jesús Nazareno

prendido y acusado,

condenado a muerte,

ofendido y humillado.

Sones de tristeza resuenan por la plaza.

Viernes

La tarde se oscurece.

La pena rompe el alma.

Es Jesucristo que muere

de una muerte inhumana.

Y aunque nos aflige tu muerte,

sabemos que no será vana,

porque admitiste la muerte

para la redención de nuestras almas.

Soledad

Soledad del Cerro,

de tus hijos ¡qué bien acompañada!

cuando bajas a tu pueblo

dolorida y apenada

porque tu Hijo ha muerto

y te duele toda el alma.

Soledad del Cerro,

¡llena eres de gracia!

No estés triste ni apenada

que tu Hijo resucita

el domingo en la mañana.

Soledad del Cerro,

¡la Soledad mejor acompañada!