La existencia conocida de Costaleros en la Hermandad se remonta al año 1954 cuando se estrena el nuevo paso que vino a sustituir a las parihuelas en las que procesionaba Nuestro Padre Jesús la madrugada del Viernes Santo. Durante unos años estos costaleros profesionales estuvieron sacando al Señor por las calles de Pozoblanco hasta que, mediada la década de los sesenta, su coste se convirtió en una pesada carga para las exiguas arcas de la Hermandad y se decidió adquirir el chasis de un coche que se acopló al paso con lo que empezó a ser llevado a ruedas.

Así se continuó haciendo hasta 1988, año en que un grupo de jóvenes que había entrado a formar parte de la Junta de Gobierno encabezados por el que luego sería Presidente de la Hermandad, Rafael Moisés Sánchez Luna, y animados por el ejemplo de la Cofradía del Silencio que había realizado su primera salida procesional tan sólo tres años antes, emprendió la aventura de sacar al Padre Jesús a costaleros para lo que hubo que reformar la estructura interna del paso y, más importante, buscar las personas que quisieran meterse bajo las trabajaderas.

En esa primera cuadrilla había muchos que ya eran cofrades pero también hubo otros que no habían tenido ningún contacto anterior ni con la Hermandad ni tan siquiera con el Hospital de Jesús Nazareno. Desde entonces ya han pasado por nuestra cuadrilla más de centenar y medio de personas que se fueron incorporando a la misma por las más diferentes motivaciones. Algunos, desgraciadamente, ya nos han dejado para siempre, otros permanecen desde el principio y otros más se han ido después de un año, de tres, diez…, pero todos ellos han ido poniendo su granito de arena para formar una verdadera FAMILIA de Hermanos Costaleros y para hacer más grande a la propia Hermandad.

En este sentido hay que destacar que la llegada de los costaleros trajo consigo un nuevo impulso a la cofradía, no en vano esta gente joven aportó nuevas ideas y una gran capacidad de trabajo, siendo así que a día de hoy prácticamente el cincuenta por ciento de la Junta de Gobierno procede de los Hermanos Costaleros. Además, su trabajo no se limita a los ensayos y al día de la procesión sino que durante todo el año colaboran con la Hermandad en las distintas actividades que se organizan y, en algunos casos, son los promotores de otras que ayudan a su sostenimiento económico.

Sin embargo, lo que juzgamos más importante es que a lo largo de estos años se han ido creando entre ellos unos vínculos de amistad y de unión que los han convertido en una auténtica familia que comparte las penas y las alegrías de cada uno de sus  miembros.

Desde que se fundó la cuadrilla tres han sido los capataces que ha tenido y que han aportado su particular impronta y forma de hacer: Rafael Moisés Sánchez Luna, Luis Cruz Arévalo y Ángel María López Castilla. En 2016 estrenará este cargo Francisco Ramírez Rodríguez. En su organización interna, además del capataz, hay dos contraguías, un secretario, un tesorero, un listero y un representante ante la Junta de Gobierno; éste se nombra cada año y es el encargado de presentar a la misma las propuestas que los costaleros acuerden.