<<ME MARCHARÉ ALGÚN DÍA y seguirán algunos pronunciando mi nombre. Tal vez, con una calle quiera honrarme mi pueblo.>> […] (Hilario Ángel Calero)
Hilario Ángel Calero nació en Pozoblanco el último día del año de 1922. Cronista oficial de Pozoblanco, Hermano de Honor de la Virgen de Luna y Socio de Honor del Círculo de Bellas Artes, eran los títulos que más le agradaban «por habérmelos concedido mi pueblo», decía. Y fue Bibliotecario de la Biblioteca Pública Municipal de Pozoblanco hasta su muerte el 8 de marzo de 1982.
<<Yo no siento miedo, pero sí una gran tristeza ante esta soledad que tantas cosas me dice con su silencio. Y, también, espero impaciente a la aurora que me renueve con nuevas esperanzas mis ansias de vivir>>
“Son casi las últimas palabras y acaso el último pensamiento de un hombre que se fue con la pluma en las manos contemplando el suave vuelo de la mariposa sobre una flor. Hilario Ángel Calero, un poeta desconocido que dejó en sus poesías una sencilla explicación de sus inquietudes más íntimas, de sus más ardientes preocupaciones y de sus más humanos sentimientos. Un hombre conocido por muchos y una poesía desconocida para casi todos”. (“Crónica de un poeta desconocido”, Antonio Merino Madrid. Diario Córdoba, 19 de abril de 1987).
Según Antonio Merino Madrid, la obra publicada de Hilario Ángel Calero discurre por dos caminos bastante diferenciados: el humor y la poesía. De su primera faceta destacan las originalísimas Hilariadas: frases humorísticas cargadas de una práctica filosofía cotidiana donde no falta la crítica social y la ironía colectiva. Pero, su verdadera ilusión, su gran afición son los versos, <<mejores o peores, en los que siempre pongo toda la sinceridad de mi alma>>, decía Hilario Ángel Calero.
Juan Bautista Escribano Cabrera, maestro jubilado, entusiasta igualmente de la obra literaria de nuestro insigne paisano Hilario Ángel Calero, estuvo ayer, invitado por el Grupo de Lectura “Manolo Santomé”: voluntariado en la “Santa Casa”, auspiciado por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, para acompañar a los Ancianos y Ancianas leyéndoles poemas y compartiendo con ellos las reflexiones de un buen manojo de Hilariadas haciéndoles disfrutar de una animada y hermosa tarde poética plena de solidaridad, fraternidad, convivencia sana, emotividad y entretenimiento saludable para el alma y el cuerpo de nuestros queridos residentes en la “Santa Casa”.
Citamos dos Hilariadas del florido ramo que seleccionaste, Juan Bautista, para compartir con nosotros en esta tarde rindiendo, al mismo tiempo, un sencillo homenaje a nuestro inolvidable poeta local, Hilario Ángel Calero, sumándonos humildemente al Centenario de su nacimiento.
<<La mayor felicidad que puede alcanzar una persona es que un tonto deje de hablarle>>
<<Para tener fe en Jesús me basta con su primer milagro>>
Así discurrió esta hermosa tarde del miércoles 26 de abril de 2023, que pudimos vivir y compartir JUNTOS gracias a la amabilidad y al entusiasmo extraordinarios de Juan Bautista Escribano Cabrera. Sí. Gracias. Mereció la pena, Juan Bautista. ¡Abrazos!
(R.R.F.)