TEORÍA DE LA FELICIDAD.
La felicidad es lo que todos los hombres quieren, pero no está allí donde la mayoría suele buscarla: la felicidad no radica en la riqueza, ni en los honores, ni en el éxito. La felicidad está en la vida virtuosa. La ética atiende el valor de la conducta humana. Hacer el bien se encuentra íntimamente relacionado con la felicidad. Así pues, la felicidad depende de la historia de vida de cada persona. El ser feliz se define a partir de obrar bien, de hacer el bien y, además, de vivir bien. El hombre feliz es el que además de vivir bien, obra bien.
Estos pensamientos sobrevolaban mi mente como pájaros veloces declinando la tarde de ayer, que protagonizó la Música del Cantautor Eusebio Castilla: un hombre feliz, ético y, en el buen sentido de la palabra, bueno. Eusebio y Consoli, su mujer, lograron contagiar su felicidad a los Ancianos de Jesús Nazareno, emocionados con sus canciones de amor, sobre todo. Os agradecemos vuestra calidad personal.