Miércoles de Adviento, ANTESALA DE LA NAVIDAD
Acudimos el miércoles pasado, como siempre, fieles a la cita con los entrañables ancianos de Jesús Nazareno, aunque hasta hoy no hayamos podido escribir aquí lo visto, vivido y sentido en la reunión del Grupo de Lectura. Andaban Ellos del todo alborotados oyéndose, casi desde la puerta, esta agitación de sus manos veteranas acariciando las panderetas tradicionales «de pellejo» mientras sus labios musitaban los villancicos a duras penas arrinconados en sus memorias respectivas…
En la Santa Casa se respiraba ya el olor amoroso de la Navidad. Y mejor así porque se pasan, luego, tan pronto, los días de las fiestas navideñas. Por eso, Ellos estaban impacientes y con muchas ganas de «Celebrar Cantando todos alegres el nacer de Dios-hombre que al mundo viene…»
«En hora buena venga tal huésped, pues a salvarnos baja clemente; las densas sombras este sol de justicia disipa todas…»
«Por madre elige una doncella, más que la luna cándida y bella, llena de gracia, y en su virginal seno hace morada…»
<<Villancicos: poemas líricos, muy líricos, que saben hermanar la ingenua sencillez y la acendrada religiosidad; que expresan acertadamente los sentimientos de la colectividad en los días navideños…>> escribe «Juan de los Pedroches» en el prólogo del libro «Cancionero popular de Pozoblanco», recopilado por Pedro López Martín-Toledano. Editado en Pozoblanco en el año 1982.
PAZ, sobre todo, a TODOS.
Que estupendo seria recoger en una grabación todos esos Villancicos que cantan -nuestros ancianos- acogidos en la Santa casa. Me emocioné al escuchar los que tantas veces me cantó mi abuela y que mi madre hoy continua entonando. ¿Podemos intentarlo?.