<<DEFENDER LA ALEGRÍA como una trinchera. Defenderla del escándalo y la rutina; de la miseria y los miserables, de las ausencias transitorias y las definitivas. Defender la alegría como un principio. Defenderla del pasmo y las pesadillas; de los neutrales y de los neutrones, de las dulces infamias y los graves diagnósticos. Defender la alegría como una bandera. Defenderla del rayo y la melancolía; de los ingenuos y de los canallas, de la retórica y los paros cardíacos, de las endemias y las academias. Defender la alegría como un destino…>> Mario Benedetti: «Defensa de la alegría».

¡Nunca se debería perder! Desgraciadamente no es permanente. Defenderla es un gesto maravilloso. Tiene razón Mario Benedetti. Aunque la vida no sea siempre justa, debemos conservar la alegría y debemos no arrebatársela a nadie.

PERSONAS: Una canción de El Canto del Loco, canta: <<Miro ahora a mi alrededor: veo miles de vidas que no sé cómo son. Cada uno su historia. Cada uno su rol. ¡Somos sólo personas! ¡Somos un trozo de vida, la parte más viva del gran Universo, y también lo peor. Virtud y caída. Verdad y mentira. Con capacidad de dar amor: eso es lo que quedará. ¡Somos sólo personas!

Muchas personas han pasado por aquí dejándonos su amistad, su amor y su alegría. A todas las que han pasado y a las que dios mediante pasarán, les damos un abrazo en Jesús Nazareno, y las gracias por su desvelo con los Ancianos de la Santa Casa.

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