<<Nuestra fuerza nace de nuestra debilidad>>, ha dicho alguien que esta es la frase que más le ha gustado de la lectura del libro «El milagro más grande del mundo», del escritor Og Mandino. Es éste un libro de autoayuda utilizado ayer en el Grupo como medio para entablar la conversación entre nosotros.
Antes de empezar a leer y a hablar, nos hemos saludado y hemos intercambiado, como siempre, lo que nos ha sucedido desde el último día que nos hemos visto, y nos hemos preguntado por la salud corporal. Nos hemos alegrado todos juntos de las noticias buenas: ¡Amelia ya ha sido abuela!, y nos hemos apenado con Paquita por la muerte de su suegro, Gervasio (q.e.p.d.), residente en la Santa Casa. Ésta es la vida. Nacer, morir. Penas y alegrías…
Ayer, miércoles 25 de marzo: solemnidad de la Anunciación del Señor o Salutación angélica, rezamos el Ángelus, con más motivo, por celebrarse en el Santoral cristiano este episodio de la vida de la Virgen María, que nos narra el Evangelio según San Lucas: <<El ángel le dijo: <<No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús…>>
Así, fuimos pasando la tarde primaveral mientras leíamos, hablábamos, orábamos… Alegrándonos de estar Todos Juntos, nuevamente.