Llueve, mientras escribimos estas palabras intentando evocar la tarde que hemos pasado todos juntos. Ellos, ahora, están durmiendo, descansando. Como los niños traviesos después de una tarde de cantos y de juegos, ojalá que lo hagan con una sonrisa dulce en los labios. Les deseamos que sean felices.
CANTO A LA VIDA es el nombre de una colección de libritos, ediciones especiales. Yo tengo uno que me regalaron. Se titula «Enseñar y Aprender». Canto a la Vida busca ser una ventana de esperanza, alegría y entusiasmo para afrontar la cotidianidad con firmeza.
«Las cosas que deben aprenderse, las aprendo; las cosas que pueden encontrarse, las busco; y las restantes se las pido a Dios», dice Sófocles en este librito que juega entre mis manos, mientras los Ancianos de Jesús Nazareno duermen exhaustos con una sonrisa dulce en sus labios. Se han acostado sabiendo que de hoy en un mes es ¡NOCHEBUENA!
¿Se podría decir más con tan pocas palabras?
Como envidio esas tardes de otoño, charlando, hablando, compartidas con los mayores.
Que el Señor os bendiga a todos.