[…] Hojas del árbol caídas / juguetes del viento son: / las ilusiones perdidas, / ¡ay!, son hojas desprendidas / del árbol del corazón. / ¡El corazón sin amor! / ¡Triste páramo cubierto / con la lava del dolor, / oscuro inmenso desierto / donde no nace una flor! […] (José de Espronceda. «El estudiante de Salamanca» (parte segunda).

El extremeño José de Espronceda en la voz de África García, invitada, protagonista de esta tarde de lectura en la Santa Casa. Acogió, África, cordial y generosamente nuestra propuesta. No obstante, eligió la prosa del autor romántico español de los prestigiosos poemas «Canción del Pirata» , de «El diablo mundo», y de «El estudiante de Salamanca», leyéndonos un afamado, «espantable y prodigioso» relato de José de Espronceda titulado «La pata de palo»:

<<Érase que en Londres vivían, no ha medio siglo, un comerciante y un artífice de piernas de palo, famosos ambos: el primero por sus riquezas y el segundo por su rara habilidad en su oficio. Y basta decir que ésta era tal que aun los de piernas más ágiles y ligeras envidiaban las que solía hacer de madera, hasta el punto de haberse hecho de moda las piernas de palo, con grave perjuicio de las naturales>>[…]

La manera de pronunciar, dicción clara y limpia de África García, consiguió adentrarnos fácilmente en el caso del cuento «espantable y prodigioso que buenamente imaginarse puede», al que no le faltan unas pinceladas humorísticas. Por eso, hemos gozado esta tarde, víspera de la noche de San Diego, apodado «el gachero», con su buena lectura, su alegría, su cordialidad y su generosidad con el Grupo de Lectura del Santo Hospital, con sus Ancianos.

Ella se lleva su afecto en el corazón, y la promesa de volver a encontrarnos en la Casa de Jesús Nazareno. Ésta es tu Casa.

Hasta siempre, África.

Muchas gracias.

Grupo11-11