Hace ya casi un año que el coronavirus entró en nuestras vidas llevándose muchísimas por delante y, como hemos dicho en otras ocasiones, obligándonos a cambiar tantas y tantas cosas a las que estábamos acostumbrados, cuando no a perderlas. Hemos vivido situaciones excepcionales que, por desgracia, vamos a tener que repetir mientras no termine esta maldita pandemia y, de nuevo, debemos adaptarnos a las  circunstancias que la evolución de la misma va marcando y alterar, sobre la marcha, los planes previstos.

En este sentido se enmarca uno de los acuerdos más importantes adoptados por la Junta de Gobierno en sus reuniones de febrero: el traslado del Triduo a la parroquia de Santa Catalina. La razón no es otra que el escaso aforo que permite la Capilla de Jesús para una celebración que cuenta con la presencia masiva de Hermanos y devotos. Así pues, los días 17, 18 y 19 de marzo, a las 20’45 horas, celebraremos, D.m., los cultos cuaresmales a Nuestro Padre Jesús Nazareno en la parroquia a la que pertenecemos. La Bendita Imagen de Jesús permanecerá, no obstante, en su templo aunque estará presente de otro modo en el altar de cultos que se preparará para la ocasión.

Desde luego, estos pequeños «trastornos» que debemos asumir no son en absoluto comparables con tantas y tantas pérdidas de vidas humanas ni con los estragos económicos que la pandemia está provocando por doquier. Por ello, pedimos a Jesús Nazareno por todos y cada uno de los afectados y para que permita que esta situación acabe cuanto antes.