La Semana Santa en nuestra Hermandad no se limita al Martes o al Viernes Santo, días en los que, según marcan nuestras Constituciones, los Hermanos de Jesús estamos obligados a acompañar a Jesús Nazareno en los dos desfiles procesionales en los que sale a las calles de Pozoblanco, el martes desde tan sólo el año 1957, y el viernes desde los orígenes de nuestra cofradía, aunque no hay constancia documental de que en 1605, año en que se fundó, ya se celebrara procesión; más aún, si nos atenemos a la lógica y dado que las primitivas Constituciones se aprobaron en 1606 por el Obispo D. Pablo de Laguna, -aunque de esto sólo se sabe el año pero no el día ni el mes-, es de entender que no se hiciera procesión hasta que la aprobación de dichas reglas estuviera certificada por la autoridad eclesiástica.
Tampoco podemos afirmar categóricamente que, en sus primeros años, el desfile procesional de Jesús Nazareno se hiciera con la configuración que se recoge en nuestro Libro de Pellejo fechado en 1741. Debemos recordar que el Barroco es un periodo artístico que se inicia a principios del siglo XVII, según muchos autores, y que los elementos barrocos que se incorporan a las procesiones de Semana Santa de esa época, música, sermones, representaciones de escenas pasionistas, soldados romanos, etc., lo hacen paulatinamente a lo largo de dicho siglo y hasta bien entrado el XVIII copiándose de unos lugares a otros con la lógica lentitud a la que obligaban los precarios medios de comunicación y transporte de aquel tiempo.
En fin, que como decíamos al principio, la Semana Santa en nuestra Hermandad tiene prácticamente todos los días alguna tarea o algún acto en el que participar y estar presente.
Así, el Domingo de Ramos lo iniciamos tomando parte junto al resto de cofradías de Pozoblanco en la Bendición y Procesión de las Palmas y en la posterior Eucaristía que tuvo lugar en nuestra parroquia. Por la tarde, una representación de la Hermandad con bandera recibía en la puerta de nuestra sede al Señor de la Borriquita al paso de la Estación de Penitencia de la Cofradía Salesiana de la Entrada de Jesús en Jerusalén. El Lunes Santo por la mañana, la Camarera del Señor, el equipo de priostía de la Hermandad y varios hermanos y colaboradores colocaban el exorno floral en el paso procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno; como en los últimos años, iris morados, regalados por una familia cofrade, y brezo, aportado también por Hermanos de Jesús. Se adelantaba, así, este trabajo dejando la tarde libre. Ya por la noche, de nuevo, una representación de la Hermandad con bandera recibía ante nuestra sede al cortejo procesional de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Silencio Amarrado a la Columna y María Santísima de la Salud como señal de respeto hacia sus titulares.
Y llegamos al Martes Santo, aunque de ello nos ocuparemos en la siguiente entrega de este Ecos de la Semana Santa 2017.