En un día espléndido la casa de Bernardo y Mati, a quienes agradecemos su hospitalidad una vez más, acogió a más de un centenar de personas entre las familias de los Hermanos Costaleros y miembros de la Junta de Gobierno que disfrutaron de una jornada de convivencia en la que no faltó buena comida, ¡qué paella, Vicente!, risas, canto, animada charla al calor de la candela y en el Barrio del Perchel y, sobre todo, en la que de nuevo se siguieron forjando esos lazos de amistad que nos han unido sólidamente desde hace ya 21 años. No ponemos fotos porque no podríamos pagar tantos derechos de imagen.