Ayer vivimos uno de esos momentos que nos emocionan y que nos hacen reafirmarnos en que no hay mejor obra que ayudar a quien lo necesita. En efecto, en la tarde de ayer pudimos ver que hay gente muy buena que está dispuesta a ayudar y a llevar un poco de alegría a los demás; pero si esa gente buena de la que hablamos son personas con discapacidad, la cuestión tiene todavía más mérito.

Por todo ello, ayer predominaron las sonrisas de nuestros mayores y de los voluntarios del Grupo de Autogestores de Prode mientras ayudaban a los primeros a hacer ejercicios de gimnasia pasiva y de psicomotricidad fina. En esas sonsrisas se traslucía su felicidad y podíamos adivinar que esos chicos y chicas de Prode eran conscientes de que estaban siendo útiles y de que estaban haciendo una buena obra.

Pero si una imagen vale más que mil palabras, como se suele decir, aquí les dejamos algunas que creemos reflejan esos sentimientos que hemos dejado aquí por escrito.

Autogestores Prode