Miércoles y Jueves Santo.
Todavía con la pena de no haber podido salir en procesión, el Miércoles Santo comenzaba pronto para quienes se acercaron a la Capilla de Jesús a quitar las flores del paso y prepararlas para reutilizarlas en el Monumento. Por la tarde volvíamos a la Santa Casa a trasladar la Imagen de Jesús de nuestro paso procesional al de la Cofradía de Soldados Romanos y Penitentes. Y por la noche, preparábamos el altar donde se iba a rezar la segunda estación del Vía Crucis al paso del Cristo de la Caridad al que recibíamos, con bandera, en la puerta de nuestra sede.
En la mañana del Jueves Santo, los Hermanos Costaleros volvían a vestir faja y costal para meterse bajo el paso y llevarlo a la cochera donde quedó guardado hasta la próxima Semana Santa. La situación sanitaria impidió, un año más, que la Hermana Mayor, su familia y la Junta de Gobierno cumplieran la tradición ancestral de «servir» la comida a los ancianos del Santo Hospital. No obstante, estos sí pudieron disfrutar de un menú especial ofrecido generosamente por nuestra Hermana Mayor, Maruja Pasadas.
Por la tarde, participábamos en los Santos Oficios y, ya por la noche, una representación con bandera recibía en la puerta de la Capilla al cortejo procesional de la Cofradía Salesiana del Stmo. Cristo del Perdón, Ntra. Sra. de la Amargura y San Juan Bosco, donde se vivía un emotivo momento del que le traemos un vídeo.
Con Jesús Nazareno en la «Madrugá».
Como mandan nuestras Constituciones y como los Hermanos de Jesús han hecho, y siguen haciendo, desde sus lejanos orígenes, a las 5’30 de la madrugada nos dábamos cita en la Capilla para participar en el acto del Prendimiento y en la procesión del «Paso» siguiendo los de Jesús Nazareno aunque, lamentablemente, cada vez más alejados del puesto que históricamente nos corresponde ocupar. No obstante esto, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno estuvo presente con su Hermana Mayor, el presidente, la práctica totalidad de la Junta de Gobierno, la bandera que nos identifica y un buen número de Hermanos de Jesús con la tradicional cruz de madera, en la madrugada del Viernes Santo, día y hora en la que, no lo olvidemos, la Cofradía de Jesús Nazareno desfiló, y desfila, desde sus orígenes.
A este respecto, deberíamos ser cada vez más los Hermanos que participáramos con nuestras cruces de madera en esta procesión para mantener la tradición y para homenajear a nuestros antepasados que así lo hicieron durante siglos.
Santo Entierro.
De nuevo, por la tarde, participábamos en los Santos Oficios en la Capilla de Jesús y, a su término, una representación de la Hermandad, con la Hermana Mayor y el presidente a la cabeza, formaban en el cortejo procesional del Santo Entierro junto al resto de cofradías de Pozoblanco. Es destacable la participación de los Hermanos de Jesús que, en buen número, desfilaron tras la bandera de nuestra Hermandad en virtud de la prerrogativa que tienen concedida desde antiguo.
Y llegamos al Sábado Santo, día de limpieza y recogida de enseres y símbolos y de volver a colocar todo en su sitio esperando una nueva Semana Santa que, esa mañana de ajetreo, todavía se ve muy lejana. Día en el que la Bendita Imagen de Jesús Nazareno vuelve de nuevo a su camarín después de haber estado toda la Cuaresma, como es tradición, en el presbiterio de su recoleta Capilla. Ya por la noche, participamos en la Vigilia Pascual celebrada en nuestra parroquia y vivimos la fiesta de la Resurrección de Jesucristo, culmen verdadero de nuestra fe cristiana.
Les dejamos aquí testimonio gráfico de estos actos a los que hacemos referencia en esta crónica.