Semana Santa en plenitud.
Este año sí. Por fin, después de tres años difíciles, la Semana Santa de Pozoblanco pudo poner en la calle a todas las hermandades y cofradías y sus respectivos desfiles procesionales. Y lo ha hecho, en general, con aumento de hermanos en los cortejos, con mayor número de costaleros y con más músicos formando parte de las distintas formaciones de nuestra localidad. También nos ha parecido que ha sido más numerosa la afluencia de público en las calles. Es la respuesta normal ante unos años 2020 y 2021 de ausencia de procesiones y a un 2022 en el que el respeto, por no decir miedo, a las consecuencias de la pandemia retiró a muchos integrantes de esos colectivos.
Como solemos hacer, en las próximas entregas les traeremos un resumen de las actividades que hemos organizado o en las que hemos participado durante la Semana Santa.
Domingo de Ramos.
Como es costumbre, nos unimos a la feligresía de nuestra parroquia y a la Agrupación de Cofradías en la celebración de la Bendición y Procesión de las Palmas y en la posterior Eucaristía. Por la tarde, una representación de la Hermandad con bandera recibió, en la puerta de la Capilla de Jesús, al cortejo de La Borriquita como señal de respeto. Si el año pasado el paso por este punto fue circunstancial a causa de las obras, parece que este cambio en el recorrido se ha consolidado y permitió que las puertas de la capilla permanecieran abiertas y que muchas personas visitaran a Jesús una vez que el desfile procesional hubiera abandonado la Plaza de la Iglesia.
Hemos de agradecer la parada ante Jesús y la dedicatoria dedicada por el capataz a los ancianos, las Hermanas Hospitalarias y la Hermandad.
Lunes Santo.
El trabajo empezó temprano en la Casa de Hermandad, en nuestra sede y en la Capilla. Durante toda la mañana y parte de la tarde, el equipo de priostía, ayudado por un grupo de Hermanos y Hermanas de Jesús y por varios miembros de la Junta de Gobierno, puso el exorno floral al paso y revisó todo para evitar posibles incidentes. También se colocaron algunos símbolos y enseres de los que forman el guion procesional, tarea que se habría de culminar en la mañana del martes tras la Santa Misa.
Por la noche, como señal de respeto, una representación de la Hermandad con bandera, recibía ante la puerta de nuestra sede al cortejo de la Cofradía de Jesús del Silencio y la Virgen de la Salud, cuyos dos pasos se giraban para mirar hacia el interior del Santo Hospital y dedicar sus respectivas «levantás» a los ancianos, las Hermanas Hospitalarias y la propia Hermandad.