Enjugadas las lágrimas, con la herida abierta en nuestros corazones por la pérdida irreparable de nuestro amigo Santi, la vida sigue y nos marca su ritmo y su tiempo inexorablemente… Por eso, aunque tristes, el Grupo de Lectura del Santo Hospital se reunirá esta tarde en la Santa Casa para dar el obligado cumplimiento a nuestra cita semanal de los miércoles que supone, ciertamente, el encuentro con otros amigos nuestros.
Y rezaremos por todos ante la Bendita Imagen de Jesús Nazareno, buscando consolación.