CONSIDERACIÓN HISTÓRICA
La epidemia de peste que castiga a buena parte de las localidades cordobesas de la Campiña y Subbética durante el trienio 1680-1682 obliga al concejo pozoalbense a tomar medidas preventivas para evitar el temido contagio. Aunque el brote apenas tiene incidencia mortífera en la villa de Los Pedroches, la carestía de trigo en la década de los años ochenta origina una situación calamitosa que afecta con especial gravedad a las capas populares.
La crítica situación propicia la fundación del hospital de Jesús Nazareno con el fin de prestar asistencia a los pobres desvalidos y atender a niñas huérfanas desamparadas. Esta loable iniciativa se pone en marcha en 1683 gracias a los titánicos esfuerzos del hermano Diego de la Cruz, quien cuenta con el decidido apoyo de la beata terciaria franciscana Marta Peralbo.
El hospital de Jesús Nazareno de Pozoblanco toma como modelo el proyecto del Padre Cristóbal de Santa Catalina desarrollado dos lustros antes en la capital cordobesa. El respaldo de los prelados de la diócesis, sobre todo del cardenal Salazar, a la labor del hermano Diego de la Cruz resulta determinante en la expansión de la congregación hospitalaria de Jesús Nazareno. (Del libro «La Hermandad de Jesús Nazareno de Pozoblanco (1605-2005)», de Juan Aranda Doncel, pág. 197, capítulo IV: El hospital de Jesús Nazareno y el hermano Diego de la Cruz)
<<TAL VEZ OLVIDAMOS QUE SOMOS EL OTRO DEL OTRO, O LOS DEMÁS DE LOS DEMÁS>>
Considerar la historia es justo y necesario. En la obra citada de Juan Aranda Doncel se analizan de forma pormenorizada las vicisitudes de la fundación del hospital de Jesús Nazareno y las figuras del hermano Diego de la Cruz y de la beata Marta Peralbo por los estrechos vínculos del establecimiento asistencial con la Hermandad de Jesús Nazareno. Los tiempos han cambiado efectivamente. El Hospital de Jesús Nazareno atiende hoy necesidades nuevas de la sociedad actual. No obstante, es conveniente tener presente nuestra historia, que está basada en una sólida apoyatura documental.
Hoy día se ejercen actividades desarrolladas por el voluntariado que actúa en la Santa Casa. Así, el Grupo de Lectura del Santo Hospital, formado por voluntarias pertenecientes a la Hermandad y a otras instituciones, abierto siempre a quien quiera colaborar, se reunió el miércoles 29 de septiembre con la Superiora de la Congregación de Hermanas Hospitalarias y con el personal de la Santa Casa para reiniciar la actividad que lleva a cabo con los Ancianos desde hace algunos años todos los miércoles. Después de un entrañable e interesante encuentro, quedamos citadas para el día 20 de octubre, a las cinco de la tarde.
ELLOS NOS ESTÁN ESPERANDO.
Al igual que los ancianos están esperando con ilusión el nuevo curso del Taller de Lectura que tanto han echado de menos, nostros también estábamos esperando leer estas aportaciones al blog, que tanto nos unen y nos dan cercanía a los que no podemos estar.
¡Qué Jesús Nazareno nos bendiga.